Un grupo de arqueólogos ha descubierto en Turquía una colosal estatua del emperador romano Marco Aurelio, cuya cabeza mide ochenta centímetros y pesa 350 kilos, según ha confirmado el director de la excavación, Marc Wealkens.
El equipo arqueológico de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) realizó este hallazgo la pasada semana en la antigua ciudad romana de Sagalassos, situada en la cordillera de Taurus (sur de Turquía), donde los investigadores trabajan desde los años noventa.
El profesor Wealkens explicó que la importancia del descubrimiento radica, por un lado, en "la perfección con que está tallada". Además, forma parte de un colosal grupo de estatuas de varios miembros de la dinastía Antonina, de origen hispánico, que reinó en el Imperio Romano entre los años 96 y 192 de nuestra era, lo que la convirtió en la familia más longeva al frente de Roma y que dio a algunos de los gobernantes mejor valorados de la historia de ese imperio.
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